Encima de las desgracias de ser humano y ser moderno, la muy específica de ser americano; es decir, nacido y arraigado en un suelo que no es el foco actual de la civilización, sino una sucursal del mundo […] Y ya que era americano, otro handicap en la carrera de la vida era el ser latino o, en suma, de formación cultural […] Era la época de la sumisión al presente estado de cosas, sin esperanzas de cambio definitivo ni fe en la redención […] Ya que se pertenecía al orbe latino, nueva fatalidad dentro de él pertenecer al orbe latino, nueva fatalidad dentro de él pertenecer al orbe hispánico […] Dentro del mundo hispánico, todavía veníamos a ser dialectos, derivaciones, cosa secundaria, sucursal otra vez; lo hispano-americano, nombre que se ata con guioncito como con cadena […] Dentro de lo hispano-americano, los que quedan cerca todavía se lamentaban de haber nacido en la zona cargada de indios: entonces, era un fardo, y no todavía un altivo deber y una fuerte esperanza. Dentro de esta región, los que todavía más cerca quedan tenían motivos para afligirse de haber nacido en la temerosa vecindad de una nación pujante y pletórica.
Alfonso Reyes, 1936