El perfilamiento racial en nuestro ‘crisol’
SAMUEL SAMUELS
2011-12-04 T odos los días, la gente en los barrios populares del país, negra en su gran mayoría, es ultrajada y maltratada por agentes de la Policía Nacional, institución cuyo lema reza, paradójicamente: ‘Proteger y servir’. Para muchos de ellos, ser pobre y negro es sinónimo de delincuente.
La frase ‘Panamá es un Crisol de Razas’ parece ir quedando en el mundo de la retórica, puesto que no todos somos tratados por igual en el arco iris. El asunto se agrava por la resistencia a reconocer que en nuestro país existe, además de distingo de clases, discriminación racial.
Esto se hace más evidente, cada día, cuando observamos que la criminalización de la pobreza se cruza con el color de la piel. ¿Acaso no es más que injustamente suficiente que los afrodescendientes estén excluidos de los beneficios del desarrollo del país? ¿También la Policía Nacional los tiene que mirar y tratar como delincuentes?