Los
valores de libertad y respeto por los derechos humanos y el principio de
celebrar elecciones abiertas e informadas mediante el sufragio universal son
elementos esenciales de la democracia moderna. A su vez, la democracia proporciona
el medio natural para la protección y la realización efectiva de los derechos
humanos, ayuda a su difusión, respeto y
enseñanza, diversifica su conocimiento y
valora la civilidad y la comunicación social.
El
nexo entre democracia y derechos humanos figura en el artículo 21 inciso
tercero de la Declaración Universal de
Derechos Humanos, que establece:
«La
voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad
se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse
periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro
procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto».