sábado, 20 de octubre de 2012

Declaración. Primer Foro Nacional: Poblaciones Afrodescendientes en México 2012


Nosotros personas integrantes de diversas comunidades y pueblos afromexicanas y afrodescendientes, servidores y servidoras públicas de niveles municipales, estatales y federales, organizaciones y redes de la sociedad civil, y académicos e investigadoras; reunidos en el Primer Foro nacional de Poblaciones Afrodescendientes en México, el 26 y 27 de septiembre del 2012 en la Secretaría de Relaciones Exteriores en la Ciudad de México,  teniendo como testigos e invitados a integrantes de los comités contra el racismo de la ONU, y la CIDH, así como distinguidos invitados  de Brasil, Colombia, Ecuador, Honduras, Nicaragua, Panamá, Haití y representantes de diversos países africanos:

 
Hacemos saber que existimos como pueblo desde antes de la formación del estado mexicano que hemos aportado en el desarrollo histórico, social, político, económico y cultural de nuestro país. Que nuestra identidad tiene múltiples y vitales expresiones actuales que recrean nuestra herencia africana y nuestra convivencia con los pueblos indígenas y mestizos del país.







Que estamos asentados en distintas regiones del país en el campo y las ciudades. Que nuestro trabajo contribuye a la construcción de la nación, su identidad pluricultural y su patrimonio tangible e intangible.

La historia nos muestra que hasta el siglo XIX los afrodescendientes llegamos a ser el segundo grupo de importancia demográfica en algunas regiones del país y que la presencia de los afrodescendientes- entre ellos Yanga, Guerrero, Morelos y Juan Álvarez- marcaron los derroteros de la libertad en nuestro país.

El país cuenta con un importante capital social a través de organizaciones civiles, académicas y públicas que aportan a la defensa de los derechos y cultura de los afromexicanos y afrodescendientes.

Manifestamos que, no obstante lo anterior, el estado a través de sus instituciones y la sociedad no ha reconocido nuestra presencia y contribuciones; nos ha sido negada la garantía del reconocimiento y ejercicio de nuestros derechos;  hemos sido invisibilizados de la historia, excluidos de los beneficios del desarrollo y marginados de la vida regional y nacional en sus expresiones políticas.

Esto ha redundado en el fortalecimiento de patrones de discriminación racial que  vulneran nuestra vida, impiden el pleno goce de nuestros derechos humanos y afectan especialmente el desarrollo y bienestar de las mujeres, los niños, los adultos mayores y las personas migrantes.

Nuestro derecho a la salud, alimentación, vivienda, nivel de ingreso, educación y representación política son limitados; así como el acceso a la administración de justicia es limitado por la condición racial. El acceso a programas de atención específicos al que otros grupos de población tienen acceso también se ve limitado.

El ejercicio pleno de nuestro derecho a la tenencia de la tierra se ve afectado pues nuestras regiones, pueblos y comunidades  son atravesados por zonas federales en las que  proyectos públicos y privados se asientan y han producido desplazamientos, cambios de vocaciones productivas de la tierra y afectaciones al medio ambiente.

Denunciamos la persistencia de estigmas, prejuicios, estereotipos y mitos en torno de los afrodescendientes reproducidos por los medios de comunicación y alimentados en distintos ámbitos de la sociedad que vulneran nuestra dignidad e identidad.

Exigimos:

Pleno reconocimiento constitucional como pueblo afromexicano. Lo que implica la armonización de toda la legislación nacional: federal y estatal.

  

Demandamos:

 La inclusión de la variable étnico-racial en el censo, los conteos de población y vivienda y los instrumentos estadísticos administrativos. Es imprescindible emprender campañas de sensibilización previas a los censos.

La creación de un observatorio contra la  discriminación racial  con especial énfasis en la observación de los contenidos de los medios de comunicación, las políticas públicas y otros espacios de la sociedad en general.

En alianza con los diversos actores aquí representados se propone:

Declarar un día de los afromexicanos que contribuya al reconocimiento, visibilización y la incidencia de la agenda de los afrodescendientes en las políticas públicas en el nivel local, estatal y federal.

Ampliación del mandato de la CDI o la creación de una instancia dedicada especialmente al desarrollo de los pueblos afromexicanos y afrodescendientes previa consulta con los pueblos y comunidades.

Acción afirmativa en el ámbito de la educación y la salud:

Generar programas específicos que prevengan la violencia de género, infantil e intrafamiliar con especial énfasis a la comunidad LGBTTTIQ.

Programas de sensibilización y capacitación a los servidores públicos de todos los órdenes de gobierno.

Hacer diagnósticos de salud y campañas de prevención considerando el perfil epidemiológico de la población afrodescendiente.

Establecimiento de becas y apoyos educativos para estudiantes afrodescendientes en todos los niveles de instrucción.

Impulsar un conjunto de iniciativas de promoción, difusión del patrimonio cultural y la historia de los afrodescendientes.

Que se incluyan en los planes y programas contenidos sobre la historia y la vida presente de los afrodescendientes en México; así como la inclusión de contenidos en los libro de texto.

Respeto a nuestro territorio. No a la imposición de megaproyectos.

Se propone que este espacio sea un Foro permanente de atención a la agenda de los pueblos afromexicanos y afrodescendientes, que se reúna periódicamente contando con la representación de las regiones, instituciones y sectores sociales que aquí nos reunimos.

Queremos seguir siendo parte del desarrollo de nuestro país en igualdad de derechos y condiciones que los otros grupos sociales que conforman el país.

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